Rodrigo Rojas de Negri

Rodrigo Rojas de Negri

Sólo la mancha veo del amor que
nadie nunca podrá arrancar del cemento, lávenla o
no con aguarrás o sosa
cáustica, escobíllenla
con puntas de acero, líjenla
con uñas y balas, despíntenla, desmiéntanla
por todas las pantallas de
la mentira de norte a sur: sólo veo al inmolado.

Gonzalo Rojas

Se está quemando
se está quemando Chile
Rodrigo, y tu nombre
apenas resuena a nado mariposa
en el mar de gente que todavía marcha.

Pez de fuego avanza
lanza y cansa la memoria.

A ti te hablo
Rojas De Negri
en una foto blanco y negro
cámara colgando al cuello
como perpetuando
la imagen
¿qué imagen?
en cada disparo.

De qué te sirvió la muerte ahora
que todo vuelve a repetirse
marchas
cantos
estudiantes
represión
guanacos y zorrillos
siguen en su danza
macabra por cierto, entonces, dime
qué vamos
a fotografiar ahora
para que valga la pena la muerte
para que valga la pena el fuego
sobre la carne

dime una cosa:
¿vale lo mismo el fuego
de Acevedo inmolado
que el fuego tuyo?
¿cuánto vale el que se quema
y cuánto vale el que quemaron?
La causa era común.

Qué sabes tú del fuego, Rodrigo
qué sabes tú del fuego
si tu compañera
Quintana
sirve desfigurada ahora
a los que te quemaron
años después de correr
carroza al viento con tu cadáver
arrancando de los verdugos
y cantando
«levántate y mírate las manos»
para que pudieras reposar
tus huesos
abrasados

Viniste a este país hostil
nada más para encontrar la muerte
flameando
como la bandera de Chile
que pende sangrienta
y chabacanamente enorme
en la Alameda como burla
a los paseantes
como cortina para tapar lo perverso
ficticia
Come moscas cuando tiene hambre la bandera de Chile
en boca cerrada no entran balas
se calla 1

igual que antes.
Esa fue la frazada que te tendieron
para apagarte Rodrigo
y envuelto en esa bandera te arrojaron
a la calle.
Y envuelto en esa bandera te arrojaron
a la muerte mártir
marcha, Rodrigo, marcha
una vez más junto a nosotros
los que podemos sonreír
en medio de la muerte
y en plena luz
2

sírvenos como
antorcha
luz de sagrario
fogata en toma
sirio de entierro
linterna en apagón
sírvenos como luz y calor
en este frío
de preludio a la debacle
porque Chile, Rodrigo, Chile
se disfraza y se acomoda
pero no cambia
se hace más o menos tolerable
a ratos
incluso habitable
pero te juro que no cambia.

Si pudieran volvernos tizón a todos
si pudieran hacernos crepitar a todos
si encontraran la excusa
para quemarnos vivos a todos
qué duda cabe de que lo harían

y qué se hace con eso
a los diecinueve años
mientras acusan a tu memoria de terrorismo
frente medio país que se alegra
por el exterminio de un peligro,
un demonio extremista
de diecinueve años
que amenazaba el orden público con una cámara
y un discurso a voz en cuello.
A mí, en lo personal
una pala y un sombrero 3
me parecen más violentos
pero

Prometeo a tu castigo
y es que el infierno contigo
llamarada
no basta.

Se está quemando
se está quemando Chile
Rodrigo, y tu nombre
se aviva en cada consigna renace fénix
como símbolo y perpetuidad
en el brío de otros jóvenes y estudiantes igual a ti
que marchan.

En cada barricada
estás tú otra vez
ardiendo
en cada semáforo que da rojo
abriendo espacio
para la barricada
apareces

en toda intención de roza
de excoria y herida
vuelves a articular discursos
como la remembranza de tu voz
en la idea de tu cuello
que se enciende

esta vez
no para morir
sino para guardar a quienes, como tú
suponen todavía
que no hay nada que temer
en esta contienda desigual
que no se acaba.

Vuelves para calentar a los que, como tú
no duermen
por las noches en la lucha
que intuyen necesaria.

Vuelves para defender como un incendio
a este pueblo joven que
desarmado se levanta
y se defiende de los mismos
que
no dudaron
armados hasta los dientes
en quemarte vivo y abandonarte
en una zanja en Quilicura
boqueando
como un pez de fuego
fuera del mar.

Se está quemando
se está quemando Chile
Rodrigo, y tu nombre
no es más que otro nombre
en los documentales
sobre la historia reciente de Chile.
Tu nombre no es más que una taxonomía
para encontrar videos de youtube
de los años ochenta.
Tu nombre no es más que parte
de una canción de Illapu
y de otra canción de Quelentaro.
Tu nombre no es más que otro caso
de los informes negociados
que han servido para dar cuenta de lo que pasó
pero dejando de lado
la nómina de los acusados.
Tu nombre, Rodrigo, no es más que otro estandarte
del partido político con menos adherentes
y con menos simpatizantes
de este país.

A ti te hablo
Rojas De Negri
en una foto blanco y negro
cámara colgando al cuello
perpetuando
la imagen horrorosa de este
y de otro tiempo, a ti te hablo
como se le habla a un santo
como se le habla a la estampita
que una madre guarda en su billetera y le pide
por sus hijos
cuando recagada de miedo por esta historia
que no deja de repetirse vuelve a confiar

a ti te hablo
y te repito
como mantra sofocado
por la bandera de Chile que me amordaza
casi bufando una súplica, Rodrigo
Chile se está quemando
nuestra constitución
se está quemando y nadie
se da vuelta a mirar
a este Chile y su destino
que se derrite

y al que le caen chispas maravillosas que se parecen
a los fuegos artificiales de una celebración lejana

se desgasta Chile como lacre Rodrigo
y las botas de las fuerzas policiales son el sello
que nos dice:
callados
Muralla y metralla
es lo que les espera.

¡Fuego! Rodrigo
donde fuego hubo, cenizas quedan
donde fuego hubo, Rodrigo fuego queda
y Chile Rodrigo, se está quemando
debajo de las llamas está Chile, debajo de las llamas
dime
qué fue lo que quedó de ti.

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1 La Bandera de Chile, Elvira Hernández
2 Al final de este viaje, Silvio Rodríguez
3 Con una pala y un sombrero, Gervasio

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Este poema fue parte del libro Chile, publicado en 2011.

Angela Barraza
Angela Barraza
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