por César Eduardo Carrión
Hace exactamente un año leía por primera vez estos versos de la poeta chilena Ángela Barraza, de su libro titulado Chile (México, Editorial Fuga, 2011):
Nos han convencido de que decir política
en un poema es malo
es poco estético, es de mal gusto
y si no lo decimos ahora cuándo
¿y qué pasa si es que Dios no existe
y ninguno es castigado?
por eso es que hoy prefiero hablar
en lengua muerta
y no por mí, en esta página.
Política: moneda cuyo canto (borde, linde) es tan peligroso como mendaz. Política: palabra antipoética (?). Poesía: palabra antipolítica (?).
No deseo resolver ningún dilema. Vuelvo a viajar a un Chile que no conozco en persona, a un Chile que sigue siendo para mí una encrucijada:
En vano nos envalentonamos con las historias
que nos contaron hace más de quince años.
Tomamos partido
nos calzamos el chaleco de alpaca, cancionero en mano
de la Mercedes Sosa
guardamos en el morral una quena, un libro de poesía
y tabaco para hacernos un cigarrito.
Incluso aprendimos a tocar guitarra. Leímos a Marx, a Engels
y a Stalin
a la Marta Harnecker, de noche leíamos a Marcuse (nos
informamos).
Nos compramos un marcapáginas del Che, postales de Neruda
no supimos qué hace con tanto aparataje
que aun tenemos guardado en una caja y que miramos
de vez en cuando con alegría
y vergüenza por la nostalgia.
Ahora que los amigos que cantaban conmigo esas canciones y que leyeron conmigo esos libros han cambiado de opinión, el Chile de Barraza quema.
Persisto en algunas convicciones, quizás por nostalgia, como si la palabra Política (¿palabra antipoética?) fuera un recuerdo inofensivo de la adolescencia. Chile picante.
Ahora que en el Ecuador todo tiene que ver con la palabra Patria (¿palabra política?), el Chile picante, el Chile Barraza me brinda algunas pistas y algún consuelo:
LA PATRIA
Dice la historia, cuenta
que todos los finales
desde hace unos años
terminan igual:
gente que dice una cosa
un tipo gigante que dice otra diferente.
Goliat
está tan lejos que apenas podemos
darle pedradas en las rodillas.
Desencanto: palabra poética. Pero ¿quién es en verdad el «tipo gigante que dice otra [cosa] diferente»? Nostalgia: palabra poética. Goliat: palabra política.
Dice Barraza que «Si Latinoamérica fuera una discoteque / Chile / sería el tubo de Neón que / en la entrada intenta / vender un nombre bien chulo / para una fiesta […]».
Digo que si Latinoamérica fuera una discoteque, Ecuador sería el boleto para entrar en ese laberinto de «nombre bien chulo». Esperanza: palabra política. Política: palabra poética.